viernes, 24 de septiembre de 2010

Moulin Rouge, VIII

Capítulo VIII: Mi duque




Entró Zidler primero:

-Querida, ¿estás visible para el duque? ¿Dónde estabas?

-Estaba…esperando, monsieur. Que placer que dedique un rato de su preciado tiempo en visitarme.

-El placer es mío- contestó el duque, entrando más seguro en la sala.

-Ya les dejo para que intimen, tortolitos- y Zidler dejó al duque solo con Satine, bueno, eso se pensaba.

Yo estaba escondido detrás de la mesa con la comida, intentando no hacerme notar, cosa difícil.

-Supongo que después del espectáculo de ésta noche necesitará un refrigerio.

Se dirigió hacia mí, ¡no! Se notaba demasiado.

-¡No, no!- intervino Satine- amm… ¿Qué le parecen las vistas?

-Encantadoras…- se dirigió hacia la mesa otra vez.

-Woow, ¡woow! Necesito bailar! - decía mientras hacia vueltas como una loca.

¿Qué decía? Bueno me permitió empezar a salir de la mesa. Vale, pensaba, no tropieces ni hagas ruido, me decía, parece fácil, pero créeme, que para una persona como yo, gafe, es difícil, muy difícil. Pero antes de que siguiera el duque se volvió hacia la mesa y tuve que esconderme, otra vez.

-¡No! - le aturó Satine-…Es algo curioso lo que siente mi ser, … no es algo que me resulte fácil de… de esconder.- improvisaba mientras yo me levantaba e intentaba salir.

Espero que no te importe, que lo diga en palabras:


Qué maravillosa es la vida ahora que estás en el mundo

- Eso es muy hermoso- dijo el duque, enamorado.

Yo ya abría la puerta cuando vi que afuera aguardaba un guardaespaldas, rápidamente entré, no podía salir. Estaba atrapado.

-¡Hagamos el amor!- dijo Satine para salvar la situación.

Tiró el duque a la cama, pero una vez yo estaba escondido rectificó:

-Deberíamos esperar en la noche del estreno ¡Debe irse!

-¡Acabo de llegar!

-Sí, sí. Pero nos veremos todos los días en los ensayos. Marchese.

Y sacó al duque de la habitación. Se dirigió hacia mí:

-¡Tienes idea de lo que habría pasado si te hubiera… - pero no pudo acabar la frase. Otra vez sintió la opresión en el pecho y se tambaleó. Cuando iba a caer la pude coger, justo a tiempo.

-¡¿Satine?! … te tumbaré a la cama- y arrastró el cuerpo de ella. Pero tropezó con en el último momento, cuando ella se estaba despertando, y cayó en la cama, encima de Satine.

Se abrió la puerta.

- Me había olvidado el sombrero- dijo el duque.

Y nos vio allí, yo sobre Satine, en la cama, juntos, cuerpo con cuerpo.

2 comentarios:

  1. pillada o.0 !!!!
    q pasara???? !!!!!
    actualitzaaaaaaaaaaaaaaaaaaa

    siuspli :)

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  2. ya publicare en breus, quan pugui escriure mes!

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